Pero la iglesia sigue arraigada en la sociedad y en las estructuras del aparato político. Hay decenas de denuncias contra curas por violaciones de menores, pero ninguno es juzgado como lo sería un ciudadano común y corriente. Un representante de la iglesia católica puede hacer y decir cualquier barbaridad, ya que la impunidad es su escudo. En Argentina, ante un debate de interés de la sociedad, un cura dijo a un ministro político que deberían atarle una piedra al cuello y tirarlo al río. Una vez más, dudo que éstos sean los representantes que Dios necesita en la Tierra.
Estimado lector: si su ideología es muy diferente y no está de acuerdo con lo que está leyendo, tenga presente que la realidad es que este escrito no puede ofenderle. Solo usted puede decidir ofenderse, como reacción ante algo que no le agrada. Yo no podría ofenderlo porque cada uno maneja sus propias emociones, si usted se ofende, es su decisión, es una reacción de su ser. Es bueno comenzar a hacerse cargo de nuestras propias acciones.
Es de conocimiento público que el Vaticano, lejos de ser la “santa sede”, es en realidad un centro político desde donde se toman decisiones de carácter empresarial y político. Hay libros que denuncian que el vaticano invierte dinero en acciones de empresas que fabrican armas, sin embargo, el vaticano nunca salió a desmentir ni a demandar a los periodistas responsables por las investigaciones.
Pero yendo a algo más simple de “palpar” por parte del pueblo, ¿nadie se cuestiona el por qué de la impunidad de la iglesia? Los religiosos que asisten a misa y a prácticas en iglesias, ¿no cuestionan por qué el vaticano acumula riqueza que no reparte a los pobres? Repartir no es regalar. Educar sería una manera de repartir, sin embargo la iglesia no educa, avasalla...
Las religiones en general han sido causa de enemistades entre naciones enteras, las ha llevado a la guerra y lo sigue haciendo. ¿No sería hora de reflexionar sobre su actuación? Siempre se tomó a las religiones como entes capaces de guiar a las masas hacia la moral y las buenas costumbres. Pero mirando el mundo actual, después de decenas de siglos de existencia, ¿lo lograron? No parece...
Ayer es un recuerdo del pasado. Ahora soy esto, por ello hoy opino así. Quién sabe quién seré mañana y que pensaré entonces...
© reflexion.idoneos.com – Todos los derechos reservados. Prohibida la reproducción total o parcial de texto y/o imágenes.